25 ANIVERSARIO DE LA HERMANDAD – CELEBRAR LA “PALABRA” DE DIOS

Con la carta apostólica “Aperuit illis”, del Papa Francisco el 30 de septiembre de este año pasado, se ha instituido el “Domingo de la Palabra de Dios”, a celebrar el III domingo del tiempo ordinario. Se trata de dedicar un domingo expresamente al hecho teológico de la “Palabra de Dios” para comprender la riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con los seres humanos.

Nosotros como comunidad Parroquial y Hermandad que celebramos este aniversario, queremos hacer incapié en esta realidad de “25 cumpleaños” desde la óptica que Dios se hace “Palabra” en dicho acontecimiento celebrativo.

Comenzamos por aclarar y definir que queremos decir cuando, sobre todo en la liturgia, después de leer un pasaje de la Biblia, decimos: “Palabra de Dios” o “Palabra del Señor”. ¿Qué significa el termino lingüístico “Palabra de Dios”? ¿qué contenido tiene? ¿qué queremos expresar con ello? Al decir en liturgia solemnemente: “Palabra de Dios”, no afirmamos solo, proclamamos y por tanto ¿qué queremos expresar?

El término “palabra” viene del latín, ”verbum” y que a su vez traduce del griego, “logos”. ¿Qué significa gramatical y lingüísticamente?

Las “palabras” son términos escritos u orales de un concepto o idea usados por el genio humano para la comunicación entre sí. Usamos las palabras del lenguaje para comunicarnos. Para expresar ideas, conceptos, pensamientos, emociones, experiencias, etc. usamos el lenguaje. El lenguaje y la comunicación han surgido en la entraña misma de la humanización.

Sencillamente por eso se afirma, que, como experiencia humana, la palabra es comunicación, es expresión personal de la conciencia humana que se “abre” a los demás para decir “algo”; es revelación; es diálogo; es intercambio; es petición; es agradecimiento; es manifestación de sentimientos, de ideas, de emociones, etc. En definitiva, con la palabra nos realizamos como personas.

Ahora, viene la segunda parte de la frase: “…de Dios”. ¿Qué quiere decir esto? Obviamente, siendo los textos bíblicos “palabra humana” porque estuvieron compuestos por seres humanos, contienen y se refieren a algo más. ¿Cómo explicamos esta segunda parte de la expresión?

Decimos que son textos inspirados. Es decir, que Dios se ha comunicado en ellos. Que tiene que decir algo que viene de Dios. Decir: “Palabra de Dios” después de escuchar el texto, es reconocer que Dios se ha comunicado a la humanidad. Y que sea comunicación trae con un mensaje de buena noticia (que significa evangelio) de salvación para la humanidad. Y en segundo lugar, que por la fe, podemos abrirnos a la presencia “inefable” de Dios para entender dicha comunicación. Así leemos en el evangelio de Lucas: “Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras” (24, 45). Pero siempre decimos “inefable” porque es un conocimiento que no es científico ni de ciencia positivas sino religioso.

Por esta causa, al ser palabra “de Dios”, el lenguaje y la literatura que usan los textos bíblicos son, aunque relaten experiencias con base histórica, siempre de tipo poético, sapiencial, metafórico, simbólico, etc. Porque lo que pretende es abrir la mente y el corazón (la interioridad) al encuentro y comunicación espiritual con Dios, que es una dimensión humana que va más allá de lo científico y positivo; experimentar lo divino, lo absoluto e inefable, fundamento y fondo de todo lo real, además inmanipulable por nosotros. Nos llega de Dios, no nos lo inventamos, pero tampoco podemos imponerlo ni forzarlo ni usarlo en provecho propio.

El reto: Descubrir qué es lo que Dios nos quiere decir como Hermandad y como Parroquia en ésta efemérides de los 25 años de la fundación de la Hermandad. El reto es personal e institucional. ¿cómo experimento la presencia de Dios en mi vida al celebrar estos 25 años? Toca responder cada uno personalmente. Y a la Junta de gobierno como institución.

Marcelino Sánchez Vázquez, S.J.